El Trabajo de Los Perros

Si hacemos un exhaustivo repaso de cada uno de los diez grupos en que oficialmente, a efectos de exposiciones, están agrupadas todas las razas caninas homologadas por la Federación Cinólogica internacional comprobaremos que, salvo contadas excepciones, en todos los casos el perro está genéticamente capacitado para desarrollar una labor o trabajo de gran utilidad para el hombre y para la sociedad: defensa personal, localización de droga, búsqueda de desaparecidos, guarda de ganado, perros de caza en sus distintas modalidades, etc. Trabajos estos que realizan con entera perfección algunas razas tales como el Pastor Alemán, el Bóxer, Mástín, Pointer, por citar solamente algunas. Incluso aquellas otras que por naturaleza no están dotadas física o psíquicamente para realizar ninguna de las funciones ya citadas (perros de compañía) también desempeñan un cometido que, con independencia de la compañía que ofrecen a sus propietarios, con quien comparten techo y afecto, los alejan de la soledad de la depresión y les avisan con sus ladridos la llegada de extraños a la vivienda.

También los perros desempeñan otras funciones o trabajos muy distintas a las ya comentadas que no conviene olvidar, dado que cuentan igualmente con la correspondiente homologación oficial. Tal es el caso de los campeonatos y pruebas de trabajo o las competiciones de “agility” que tienen lugar en el marco de algunas exposiciones caninas.

Otras funciones o trabajos que igualmente desarrollan los perros es la búsqueda de trufas. La trufa es un hongo negruzco (existen cinco variedades) parecido a una patata que despide un fuerte olor. Se usa en gastronomía para mejorar el sabor de las carnes, patés y embutidos finos. Desde la antigüedad se le atribuyen poderes afrodisiacos. Por ello La Pompadour, Francisco I, Luis XVI y Napoleón, que según cuentan, era poco dotado, la consumían en grandes cantidades y, al parecer, quedaron satisfechos con los resultados.

La época de “recolección” de la trufa varía según la variedad. En España tiene lugar entre diciembre y marzo. Crecen bajo tierra a una profundidad de veinte centímetros . Su localización no es nada fácil. Para ello suele emplearse perros de fino olfato a los que se les empieza a adiestrar para estos menesteres a partir de los ocho meses.

Otros de los trabajos realizados por las razas caninas es el actor de cine y publicidad en televisión.

Todos conocemos la frese bíblica de que “el hombre ganará el pan con el sudor de su frente”. Pero algunos se las han ingeniado para ganarlo con el sudor de otros hombres o de algunos animales, entre los que se encuentra el perro. Lo malo de ello es que estos últimos no tienen sindicado que reivindique sus “derechos laborales”. ¿Se imaginan ustedes una huelga general perruna de rabos caídos? Creo que para defenderlos de situaciones abusivas o anómalas estamos los aficionados. ¿Está de acuerdo? Pues ¡adelante!

Fuente: http://www.elmundodelperro.net/