Un luchador de Vida… ¡un ejemplo de Valentía y coraje!

Llegó un día e iluminó con su carisma a mi familia. Hoy les hablo de Miguel Antonio de Asís, un poodle de 12 años cuya historia es realmente un ejemplo de fortaleza, valentía, supervivencia y humildad. Este poodle, blanquito, gordito y ladrador, fue encontrado en una jaula donde vivió por 7 años. Si! en una jaula! donde no logró correr, socializar, jugar, saltar!.. Por cuestiones del destino, fui a casa de Miguel y para mi sorpresa lo encontré en una jaula oxidada, y a él, sucio, deshidratado y obviamente aturdido. En su rostro se notaba la infelicidad que vivía. Sus ojos expresaban el sufrimiento que estaba padeciendo, y saben algo? esa expresión me llegó al alma y en ese momento decidí cambiarle la vida. Ese ángel de cuatro paticas necesitada una segunda oportunidad.

Su dueña lo tuvo allí porque como todo cachorro era muy juguetón, le gustaba andar por toda la casa y no atendía a una orden de ir al baño, no fue educado. La solución de su antigua dueña fue meterlo en una jaula, que a pesar que le daba comida, estaba al día con sus vacunas y se le limpiaba cuando hacia sus necesidades, allí pasó 7 años de su vida, hasta que tuve la suerte de ver ese maltrato e inmediatamente lo rescate! Lo saqué de ese encierro. Ese día Miguel Antonio fue rescatado y le brindé de inmediato cobijo, libertad y amor que tanto necesitaba.

Miguel al salir de la jaula no sabía caminar, sus músculos inferiores no se habían desarrollado, estaban atrofiados. No sabía levantar su patica para ir al baño, mordía como su arma de autodefensa y la expresión del rostro era de rabia/ resentimiento, estaba agresivo. Fue tratado por veterinarios, y fue integrado con mis otros poodles! Y fue el milagro que llegó a casa. Al mes Miguel caminaba, corría, no mordía, la expresión en su rostro cambió hasta tal punto que refleja paz de su interior. Se le detectó un cáncer a tiempo y gracias a él se salvó la vida de un perrito de la familia que sufrió de lo mismo y no nos habíamos dado cuenta si no hubiese sido por Miguel. Mi mamá tiene un problema neurológico y Miguel es su fiel compañero, no la deja sola, la protege y sabe y agradece lo que hicimos por él. Estoy segura que ese pequeño sabe y está consciente de lo que vivió y la segunda oportunidad de Dios le brindó.

Hoy cierra sus ojitos en la noche para descansar con la confianza de estar en buenas manos en su cama acolchonada, con su almohada y una luz en el cielo que lo protege siempre. Él duerme junto a mi cama, libre, bendecido y feliz, siempre alistándose para proteger a su abuela en el día. Miguel es un ejemplo de esperanza de vida, que no se rinde, que luchó por vivir y tener una segunda oportunidad. Esta es la historia de Miguel Antonio de Asis Dominguez, un luchador de vida, un verdadero Valiente.